Hace sólo unos días terminaba la II sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos. Cada uno de los participantes llevamos en el corazón el deseo y el compromiso de impulsar su continuidad en cada uno de nuestros lugares para así hacer realidad lo que el Papa nos decía tras la aprobación del documento final: “La Iglesia sinodal para la misión, ahora necesita que las palabras compartidas vayan acompañadas por hechos.”
Todo “el camino sinodal está poniendo en práctica lo que el Concilio enseñó sobre la Iglesia como Misterio y Pueblo de Dios, llamada a la santidad a través de una conversión continua que nace de la escucha del Evangelio” (DF n.5) y por eso, es necesario renovar nuestro ardor misionero y anunciar en medio de nuestro mundo el amor y la misericordia de Dios y construir su Reino, poniéndonos a la escucha de la voz del Espíritu que nos guiará por nuevos caminos.
Levantémonos y llevemos la alegría del Evangelio, llevémosla por las calles del mundo. (Homilía del Santo Padre en la celebración de clausura del Sínodo de los obispos)
En breve celebramos la Festividad de todos los santos, que ellos sean para nosotros estímulo en nuestro seguimiento de Cristo y pidámosles que intercedan por la Acción Católica para que sea fiel a su misión en cada Iglesia local.
Sigamos teniendo presentes tantas situaciones de conflicto a lo largo de nuestro mundo, tanto dolor y sufrimiento generado sin sentido y “Juntos, con la esperanza que no defrauda, unidos en el amor de Dios derramado en nuestros corazones, podemos no sólo soñar con la paz sino comprometernos con todas nuestras fuerzas para que, quizá sin hablar tanto de sinodalidad, la paz se realice por medio de procesos de escucha, diálogo y reconciliación” (Saludo final del Santo Padre en la XVI Asamblea del Sínodo de los Obispos).
Eva Fernandez Mateo
Coordinadora del Secretariado del FIAC
