La Oficina Pastoral de la Juventud de Galilea organizó su retiro espiritual anual para los miembros de la Oficina del Secretariado en Haifa, con una gran asistencia. Fueron dos días llenos de meditación, oración y encuentros espirituales.
El primer día
Comenzamos nuestra jornada con el rezo del Rosario, seguido de la Santa Misa por la intención de las Jornadas Espirituales, con una profundización en la figura del Beato Carlo Acutis, un joven que vivió con sencillez y profunda confianza la presencia del Señor en el secreto de la Eucaristía.
El encuentro comenzó con una reflexión sobre el tema: ‘Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo’, resaltando nuestro valor personal a los ojos de Dios, un valor que supera todo el mundo material.
Por la noche, después de cenar, comenzamos una segunda reflexión con la meditación del texto «El Buen Samaritano», donde nos preguntamos: ¿Quién es mi hermano? Y nos detuvimos a reflexionar sobre el significado de la misericordia y la cercanía mutua.
El primer día finalizó con una velada espiritual especial, llena de historias y reflexiones que refrescaron nuestros corazones y encendieron nuestro deseo de Dios.
El segundo día
En el segundo día del retiro reflexionamos sobre el tema: ¿Cuál es mi rol y mi presencia como joven o joven en el corazón de la Iglesia y
¿en servicio?
Realizamos un paseo meditativo por la naturaleza, durante el cual rezamos la oración de la mañana rodeados de la belleza de la naturaleza, luego tuvimos un desayuno sencillo en un ambiente fraternal.
La jornada continuó con un encuentro centrado en el tema de la “misericordia”, como una extensión de las reflexiones sobre el texto del Buen Samaritano, centrándose en nuestro llamado a ser testigos de la misericordia en el mundo de hoy, a partir de nuestros pequeños grupos y extendiéndonos a la sociedad en general.
Todos estos encuentros espirituales estuvieron acompañados por la guía espiritual del Padre Ramez.
A continuación, la Secretaria General, Señorita Latifa Mushael, presentó un segmento interactivo titulado “Nuestro hogar”, centrado en la importancia de la cooperación y la unidad en nuestro camino como grupo, a través de diálogos constructivos que profundizaron la conciencia individual y colectiva de nuestro papel y mensaje.
La jornada concluyó con una comida de comunión llena de alegría y agradecimiento, seguida de la celebración de la Santa Misa, con una reflexión sobre el Beato Pier Giorgio Frassati.
Damos gracias al Señor que nos reunió, rico en su gracia, y nos acompañó con su Espíritu.
